Desde niño la cocina siempre ha sido mi lugar de escape y diversión. Un mundo donde disfrutaba inventando y combinando las recetas de mi madre con las especias e ingredientes que encontraba en su cocina. A la vez bautizaba dichos platos con nombres extravagantes y disfrutaba viendo como mis familiares saboreaban y aplaudían aquellas primeras invenciones.
Hoy en día la cocina se ha convertido no sólo en mi trabajo sino en el eje fundamental de mi vida; a ella le debo el conocer a mi gran amor, mi esposa (compañera, amiga, cómplice y parte fundamental de este proyecto profesional), es por su trabajo por el que ahora soy feliz en mi restaurante.
Mi familia ha sido siempre mi gran apoyo, a ella le debo todo lo que tengo, ya que sin su esfuerzo y sus ánimos nunca hubiera tenido mi formación como cocinero. Gracias a ellos soy la persona y profesional de hoy en día, pero quizás la figura que más me ha animado para que emprenda este proyecto convirtiéndose en una ilusión y meta a alcanzar ES MI PADRE, gracias a su apoyo se ha hecho realidad su sueño y el mío, es por eso que a él le dedico mi éxito. ¡Gracias papá!
He tenido la suerte de tener una gran familia, una familia humilde, en la que he aprendido el valor y el esfuerzo que cuestan las cosas, por esta razón pensé en abrir mi restaurante pensando en todas aquellas personas trabajadoras con sueldos normales y gastos comunes. En honor a esas familias humildes, que no pueden permitirse ir a un restaurante moderno de diseño, con grandes vajillas y pequeñas cantidades, así como menús con demasiados ceros para nuestras cuentas corrientes. Por eso surge El Mortero; restaurante pensado para cubrir las necesidades de personas con situaciones económicas reales, usando precios de guachinches para platos enmarcados dentro de la cocina de autor y diseño.
Ahora no habrá motivo para no disfrutar de la cocina moderna, te invitamos a nuestro Mortero, para que disfrutes junto a los tuyos de un ambiente en el que tú eres el protagonista fundamental de nuestro trabajo diario.